Café turco – Como prepararlo
El café turco es, básicamente, un café servido sin filtrar, muy oscuro y denso. Pero elaborarlo correctamente es todo un arte
que requiere seguir unos pasos correctos y emplear los utensilios adecuados. El café debe ser molido dejando un grano más fino de lo habitual (más que el espresso), ya que no va a ser filtrado, casi un polvo muy ligero y suave.
que requiere seguir unos pasos correctos y emplear los utensilios adecuados. El café debe ser molido dejando un grano más fino de lo habitual (más que el espresso), ya que no va a ser filtrado, casi un polvo muy ligero y suave.
Para comenzar vertimos en el cezve (cazo tradicional para preparar el café en Turquía) la cantidad de agua según el número de comensales (alrededor de 50 ml por taza) y ponemos el agua a calentar
Añadimos la cantidad de azúcar deseada, removiendo bien para que se disuelva por completo.
Incorporamos el café, aproximadamente 15 gr por cada taza, y calentamos a fuego lento.
Con el primer hervor saldrá una espuma que debemos echar rápidamente en las tazas con ayuda de una cucharita.
Volvemos a colocar el cezve al fuego, bajamos la temperatura al mínimo y cuando vuelva a romper el hervor llenamos las tazas a la mitad, sobre la espuma.
De nuevo calentamos el café restante hirviéndolo unos 15 segundos más, añadimos un poco de agua fría para que los posos se vayan al fondo y lo repartimos en las tazas. ¡Y a disfrutar!
En muchos países el café a la turca se aromatiza con especias, como el cardamomo y la canela. Para probar el café en este estilo es suficiente con añadir las especias molidas muy finas junto con el café.
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